-MI CARTA DE DESPEDIDA-



—¡Pero al menos, despídete del amor de tu vida! —le grité mientras veía al hombre de mis sueños esfumarse entre la muchedumbre.

La electricidad estática de nuestros cuerpos nos puso el vello de punta:  jóvenes, con 25 años, enamorados desde los 10, a punto de casarnos, con una larga y feliz vida por delante; mi amado fue reclutado para el servicio naval.

Mi vida iba marchitándose con cada paso que él daba hacia el inmenso navío.
Era como si me estuvieran arrancando una costilla por cada centímetro que él recorría. Él no se giró. Ni siquiera me dijo adiós. Creo que ya sabía que no nos volveríamos a ver. «¡Yo os maldigo a todos!  ¿Será que no había hombres en el pueblo, que tenían que reclutarlo a él? ¿A mi amado? ¡Maldita sea!».

—Tras cada frase escrita, un sorbo de Bourbon—.

Ya no me quedaba familia. Renuncié a todo por él. ¿Qué debería hacer ahora? ¿Renunciar a él también? Suena el timbre: dos apuestos marineros, altos y musculosos. Se retiran las boinas al verme, dándome el pésame. En las manos llevan el traje de mi amado y una cadena que yo misma le había regalado. Ya sabía lo que eso quería decir. Dos cajas de pastillas, una botella de Whisky, una silla y una soga. Este era el camino. Mi camino...

Dejo escrito que me voy de esta vida voluntariamente. Si él no está en este mundo, no tiene sentido que lo esté yo. Que nadie llore por mí, ahora soy feliz.



Comentarios

  1. Un relato con el que he pasado un rato agradable. Un drama, pero con bebida de por medio se hace más ameno. Genial, muy bueno.

    ResponderEliminar
  2. Muy bien narrado, se siente la impotencia y la tristeza de la protagonista. Me gusta.

    ResponderEliminar
  3. Es la impotencia y la desesperación ante la muerte del ser amado,...

    ResponderEliminar
  4. me gusta lo que escribis un besito escritora

    ResponderEliminar
  5. Que bonito☺️ te sigo también aquí

    ResponderEliminar
  6. Hola, Aqqua.
    Qué terrible. Se siente todo ese ahogo e impotencia, y toda la desesperación que la lleva a cometer ese acto final.
    Ufff, pone los pelos de punta.
    Un saludo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Lo más popular